¡Querida Comunidad de Somos Vida Om! esta semana estamos muy felices de poder publicar una entrevista a un gran maestro, aprovecha su lectura llena de sabiduría en la que nos cuenta su trayectoria, el papel del yoga hoy en día y su libro, Yoga. El Silencio es mi alimento. Aprovechando que el lunes que viene 21 de Junio es el día internacional del yoga, reconocemos desde la asociación Vida Om, la labor de muchos maestros que como Vicente se dedican a ayudar a otros a ese despertar del maestro/a interior que cada uno tenemos dentro. Disfrutar mucho y reflexionar sobre ella porque esta llena de perlas de sabiduría. También os dejamos un enlace para la previsualización de una pequeña parte del libro.
1.Para que nuestros lectores te puedan conocer un poco mejor, ¿Cómo llegaste al yoga o cómo el yoga llegó a ti?
No recuerdo que fuese algo planeado, no tenía ningún referente, ninguna noticia de que existiera algo llamado yoga. Sin embargo me era muy familiar pasar largo tiempo en soledad sin realizar ninguna actividad, guardando silencio en intimidad conmigo mismo, digamos «en actitud meditativa».
Creo que mi primera toma de contacto fue con un libro de Ramiro Calle «El gran libro del yoga». Fue suficiente para darme cuenta de que detrás había mucho más para investigar. Comencé a practicar de forma autodidacta ante la imposibilidad de recibir clases, entonces no había sesiones más que en un centro cultural. Luego hice mi primera formación larga para profesores de yoga, que me dio cierta base y me permitió conocer a varios profesores y profesoras muy conocidos actualmente, pero aún faltaba algo.
Ese algo llegó cuando fui a la escuela de yoga Bindu a conocer a Swami Digambarananda, discípulo de Swami Satyananda (Bihar yoga), a su vez discípulo de Swami Sivananda. Ahí comienza lo que yo intuía que era el «yoga ancestral», no solo con el extenso repertorio de técnicas y enseñanzas de Satyananda yoga, sino con lo que hoy día tanto escasea en el yoga moderno y que no es otra cosa que la figura del maestro y su linaje.
La transmisión directa, el lenguaje sin palabras, la presencia de aquel que compartió camino con su maestro y éste, a su vez también, lo compartió con su maestro, y así por siglos y siglos formando una cadena que se perpetúa hasta nuestro días.
Tener un referente a seguir es importante, la figura del maestro está en cualquier transmisión de conocimiento ya sea a nivel laboral, cultural, espiritual… Toda esta moda de cursos de formación 200 o 500 horas para ser profesor es muy reciente, ningún maestro antiguo tuvo título, la maestría no se compra ni se consigue a través de sellos o asociaciones que buscan el negocio y tratan de monopolizar, legislar y limitar con su mirada estrecha y egoísta una disciplina cuyo objetivo final es la liberación y no atarnos o generar más dependencias.
Sólo cuando se bebe de la fuente original se quita la sed. Este es el mejor aval. ¿De dónde estás bebiendo? ¿Cuáles son tus referentes?¿Internet?… Vuelve a la raíz.
2. ¿Cuántos años llevas siendo profesor de yoga? Cuéntanos tu trayectoria.
Comencé en 2005 a dar mis primeras clases en Torrejón de Ardoz, en un centro que se llamaba Cosmo Yoga. Luego en el centro El arte de vivir, y más tarde en Long Hu, ambos en Alcalá de Henares. También estuve en Yoga Anandamaya en Madrid, y durante diez años en varios gimnasios, centros culturales, centros de terapias, clases particulares… Me moví bastante, y la verdad es que tengo mucho que agradecer de esa época porque la mayoría de los sitios dejaban mucho que desear para practicar con unos mínimos de higiene, ruidos, material… y esa variedad de ambientes y trato con todo tipo de gente, me obligó a elegir las técnicas más asequibles que no excluyeran a nadie, así como estructurar las sesiones de un modo coherente y con un lenguaje cercano libre de taras filosóficas.
3. ¿A qué crees que es debido el gran auge del yoga? ¿Una moda, una necesidad, una mezcla de todo un poco?
Estamos en la época de la sobreinformación, si sucede algo en un punto remoto del mundo, el resto se entera al instante. El yoga, que en sus inicios se trasmitía en secreto para evitar un mal uso de él, ahora está de moda, para bien y para menos bien. Y como todo lo que está de moda, el yoga también atrae a buscadores de oro sin escrúpulos, que movidos por su ansia de dinero pervierten, malinterpretan y crean nuevos pseudoyogas, todos ellos inexistentes si volviéramos la vista tan solo 20 años atrás.
Es obvio que hay una necesidad tan antigua como el propio ser humano de sentirnos bien, y que la práctica disciplinada y continua provoca un proceso de purificación interno que cambia toda la química corporal y facilita estados mentales más conscientes y una mayor relajación ante las experiencias de la vida que nos tocan vivir. Creo que por eso el yoga es tan adictivo y cada vez más necesario en un mundo que prioriza la economía de una minoría enferma, por encima de la calidad de vida de una mayoría.
4. Sabemos que diriges la escuela Sangha Yoga en Torrejón junto a tu compañera Clara Valdés, amiga también de la asociación. ¿Qué valores encontramos en vuestra escuela? ¿Cómo son vuestras clases?
Seguimos la tradición tal como nos fue enseñada, no inventamos nada nuevo, si bien tratamos de adaptar las sesiones a las necesidades reales del practicante.
Recuerdo cuando daba clases en cuatro lugares diferentes y ofrecía cuatro prácticas distintas debido a que el requerimiento de los grupos y las circunstancias eran diferentes.
Creo que cualquiera que visite la escuela puede percibir que es un lugar para el recogimiento y no para la dispersión. No se pretende inculcar valores ni impartir enseñanzas, sino despertar a través de la práctica las virtudes y sabiduría que yacen latentes en cada ser humano.
Nuestras clases, como la vida misma, se sustentan en la respiración. «La calidad de la respiración determinará la calidad de tu vida». Cada vez se hace más popular aquello que los antiguos yoguis ya habían experimentado, y es que manejando la respiración cambias el estado anímico, vital, mental y emocional, además de favorecer el buen funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo.
Las sesiones duran 90 minutos. La mitad del tiempo lo dedicamos a la práctica física y el resto a técnicas de respiración, relajación, y a lo que comúnmente se denomina postura tradicional de meditación sentada. Recordar que la meditación no corresponde a ninguna postura física, a pesar de que se haya popularizado la idea de que sentarse y cerrar los ojos es meditar y el resto de la sesión es yoga. Yoga y meditación son la misma cosa, no hay diferencia. La actitud es la misma sentados que estando de pie, boca abajo, tumbados…
5. Además de la actividad formativa que desarrollas con las clases, talleres y retiros, también has escrito un libro. ¿Cómo surgió esta inquietud? ¿Qué nos puedes decir de la experiencia como autor?
Surge de la necesidad de complementar las clases presenciales con la teoría. Considero que es muy importante y necesario cierto conocimiento de lo que se está haciendo, para profundizar, entender y aprovechar al máximo la práctica. En ese sentido, traté de realizar un manual que incluyese al menos lo mínimo que deberíamos saber para asistir a las clases, o para que aquellos que no pudiesen asistir, les permitiera practicar por su cuenta. Aún recibimos nuevos alumnos que, según ellos, llevan varios años practicando y cuando les nombras las técnicas más básicas las desconocen, o veteranos que no saben practicar si no se les guía.
Un libro abierto puede ayudar, pero cerrado es como si no existiera. El libro está diseñado para consultarlo a menudo, leerlo y releerlo, tiene muchas citas, cuentos y ejemplos para incentivar e inspirar. Personalmente sigo leyéndolo, me ayuda a recordarme, es muy fácil dejarse arrastrar por el pensamiento y olvidarse del camino.
6. Este libro es un manual de consulta para practicantes y personas que acuden por primera vez al yoga, de una manera amena y progresiva nos acercas a las principales técnicas del Hatha yoga, además de toda la cantidad de cuentos y citas que contiene. Un libro lleno de sabiduría. ¿Cómo recomendáis acercarse a este manual? Ya que contiene muchísima información que también necesita ser comprendida desde la práctica.
El conocimiento intelectual es muy diferente del conocimiento que se adquiere a través de la práctica constante, pero es necesario al principio cómo todo lo que se emprende en la vida. Frecuentemente me piden consejo o recomendación, gente interesada en realizar cursos de formación de profesor de yoga, y me dan ganas de enseñarles los manuales, o en su caso fotocopias cutres de algunas de las formaciones carísimas que en su día realicé. El libro, sin embargo, cuesta tan solo 15€ y es un curso de formación completo. Podríamos haber incluído más repertorio de asanas, más teoría, pero creo que no hubiera ayudado. No se trata de coleccionar conocimiento o técnicas, sino de darles uso. En el libro hay más que suficiente para toda una vida. Siempre es recomendable asistir a clase, sobre todo en los comienzos, pero a veces no es posible para todo el mundo. El libro está escrito de tal forma que simplemente siguiendo el orden de los capítulos, cualquiera puede ir aprendiendo a su ritmo y confeccionando una práctica adaptada a su disponibilidad.
7. Durante la pandemia, la escuela ha estado cerrada por motivos sanitarios, ¿Cómo habéis vivido el cierre de la escuela durante estos meses?
Como una oportunidad, cuando cambia el viento puedes usarlo a favor o enfrentarte a ello. Imagino que algo así es lo que hacen los navegantes de vela en la mar.
Nunca esperas desgracias en tu vida, pero tarde o temprano se presentarán adversidades. Cuando el examen es sorpresa, los alumnos que no han estudiado tiemblan, pero aquellos que estaban preparados no se alteran. Saber manejarte en cualquier circunstancia es el resultado de una mente centrada, que no naufraga ni depende de las circunstancias externas. Esa mente centrada o ecuánime permite estar en el mundo sin que el mundo te toque. Ese es el valor de la práctica, el resultado no son las posturas del yoga, sino una postura ante la vida en la que dejas de catalogar las cosas como buenas o malas.
8. La escuela ya está de nuevo abierta para alegría de muchos de nosotros, ¿Habéis notado mucho los cambios? ¿Qué tal llevan los alumnos esta nueva etapa?
Hemos tenido que adoptar ciertos protocolos y reducir el aforo. Lo que más se echa de menos es el uso del material de la escuela. En cuanto a los alumnos, son muchos los que nos han transmitido las ganas que tenían de volver. También son algunos en los que el miedo es mayor que las ganas de volver. Cada uno es libre de alimentar y elegir lo que quiera.
9. Para ir cerrando la entrevista, he leído esta frase en la sinopsis del libro, que me parece maravillosa… Afortunados los que descubren el yoga, dichosos quienes lo practican, libres aquellos que llegan a experimentarlo… ¿Algo más que les quieras decir a nuestros lectores, que les pueda aportar inspiración para su práctica espiritual?
El tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos al practicar, habría que considerarlo como el momento más importante del día, ya que de ello depende cómo te relaciones con el entorno después, tu futuro depende de lo que haces en el presente. El cambio que ejercemos sobre nosotros influirá en los demás. A todos nos gusta estar en compañía de personas alegres o que transmitan calma, su vibración nos contagia.
Recordar la merecida fama que tiene el yoga como «ciencia de la salud». Es la práctica constante la que otorga equilibrio y armonía total. Me acuerdo de la salud cuando ya es tarde. Los hospitales están llenos de gente que se abandona a malos hábitos, que se entrega a la dejadez, a la pereza y a la irresponsabilidad pretendiendo que otros, ya sean médicos, personal sanitario, industria farmacéutica, políticos, asociaciones o familiares sean los que se lo solucionen. Se acuerdan de la salud cuando ya es tarde.
No es buena idea dejar en manos de otros un asunto tan primordial cómo es la salud, de ello dependerá el sentirnos bien y ser felices. Solo se preocupa por la lluvia el que no tiene paraguas. Si cuidas de tu salud no hay porque temer a la enfermedad.
Recuerda «si no tienes tiempo para la salud tendrás que sacarlo para la enfermedad».
Es un honor contar con esta entrevista en nuestro blog, además de maestro y amigo mío durante años, eres un referente a nivel local como profesor de yoga y como autor del libro Yoga: El Silencio es mi alimento, que está en la mayoría de librerías de toda España.
Así que muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo y os dejamos el enlace para la lectura del comienzo del libro y su compra. LIBRO: YOGA EL SILENCIO ES MI ALIMENTO
Namasté,
Ana
ASOCIACION VIDA OM
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