Esta semana nos hacemos eco del Día Mundial del Trabajo Social que fue el pasado 16 de Marzo y entrevistamos a una trabajadora social del centro de servicios sociales de Torrejón de Ardoz que lleva en primera línea de atención muchos años.

Cuéntanos tu trayectoria como trabajadora social. Sabemos que es difícil resumir tantos años de trabajo. ¿Cómo decidiste hacerte trabajadora social? ¿Cómo fueron tus comienzos? 

Mis padres desde que soy capaz de recordar trabajaban a nivel social en el barrio donde crecí, principalmente en lo que se conocía como la UVA de Villaverde (Unidades Vecinales de Absorción que fueron  propuestas del Instituto Nacional de laVivienda para combatir el chabolismo). Comencé a conocer a este colectivo a través de las palabras, la mirada y los pensamientos de una persona super especial en mi historia MI PADRE, que aparece en estas fotos de archivo familiar de aquella época.Inicie mis estudios en la facultad un año después de su fallecimiento, había prometido continuar mi formación y tenía claro que era el camino que quería seguir. En 1989 finalice mis estudios universitarios llena de ilusión y con la convicción de querer contribuir a mejorar el mundo.Mis comienzos fueron en Cruz Roja en la asamblea local de Madrid, en el programa de voluntariado social y lleve un proyecto de acogimiento familiar de hijos de presas, con familias no biológicas, también con esta ONG en la formación de los objetores de conciencia y en el reciclaje profesional de auxiliarías de ayuda a domicilio. En 1990 empecé a trabajar en los Servicios Sociales de Torrejón llevando el IMI,(sustituido hoy por la RMI) y posteriormente pasando por diferentes programas del centro de Servicios Sociales de este municipio.

¿Cómo era el trabajo social desde esa primera etapa hasta ahora? ¿Ha cambiado mucho? ¿Qué necesidades crees que tenéis hoy como colectivo?

Mi madre diría que como soy más vieja que el lagarto de la catedral de Sevilla, tierra natal de mis padres, inevitablemente se han tenido que producir cambios en este tiempo. El cambio se ha originado en muchos aspectos desde lo conceptual, ideológico e incluso lo tecnológico,el trabajo social va de la mano de los cambios que experimenta la sociedad, por ponerte un ejemplo hablábamos de minusvalía, posteriormente se dejó de utilizar este término y se sustituyó por discapacidad y ahora preferimos utilizar el de diversidad funcional. Actualmente siento la necesidad de trabajar de otra manera, sin dejar la intervención individual que actualmente lleva siendo la prioritaria, sigo necesitando lo grupal y por supuesto lo comunitario. Todo ello debe ir acompañado de adaptaciones a las nuevas tecnologías para el trabajo social y la intervención. Mayor participación cuando se proponen cambios de normativa, nuevas prestaciones o proyectos, intentar adaptarlos a lo que es realmente el Trabajo Social. Contar con un tiempo para la reflexión, formación supervisión y que la demanda no fagocite estos espacios.

¿A quién va dirigido vuestro trabajo? ¿Qué tipo de casos veis a diario en esa primera línea de atención? 

Al estar trabajando en Servicios Sociales Generales nuestro trabajo va dirigido a toda la población y a todos los colectivos. La casuística es muy diversa, cómo bien dices en la primera línea de atención vemos en inicio todo, e intervenimos  y canalizamos las derivaciones cómo y dónde procedan.

Son muchos años de profesión en los que sientes, ves y confirmas que gran parte de la población tiene una imagen equivocada de los Servicios Sociales en la que se nos visibiliza en el mejor de los casos como: “las asistentas”, “las que quitamos a los niños”, “las que damos prestaciones económicas a las personas desfavorecidas”, probablemente esto sería lo que diría mucha gente si se le preguntara por nosotros.

Este año había que levantar la voz, el año pasado se nos reconoció como Servicio Esencial, pasamos de la atención presencial al teletrabajo sin ensayo previo, tocaba adaptarse a una nueva situación y como somos muy camaleónicas nos adaptamos a esta nueva situación en un momento duro, difícil, desde la individualidad que daba el rincón de casa, improvisado a modo de despacho de  cada uno de nosotras, sintiéndonos arropados por  todas y cada una de nuestras compañeras. Quiero clarificar el termino compañera para que sea bien entendido, cuando digo todas es todas, para que el engranaje funcione todas somos imprescindibles conserjes, administrativos, educadores, psicólogas, abogada, coordinadores y jefa de servicio.

Este año, se te ocurrió la idea de celebrar este día más que nunca. ¿Cuéntanos porque? Aunque lo intuimos…

Estábamos en la obligación de dar visibilidad a los Servicios Sociales, el Trabajo Social en el más amplio sentido de la palabra. Tengo que decir que la idea de hacer algo surgió con un flas, lo comenté y enseguida hubo respuesta por parte de compañeras que también sentían esta necesidad y nos pusimos manos a la obra. Poco o nada se ha hablado de nosotros durante la pandemia y hemos estado trabajando sin descanso poniendo nuestros medios personales porque como he dicho no hubo ensayo previo pero si compromiso, dedicación, responsabilidad en la tarea, sensibilidad ante el sufrimiento, contención y coordinación interinstitucional para resolver los problemas que surgían. 

Sabemos las dificultades de los ciudadanos hoy en día, tras perder su empleo, situaciones de ERTE, enfermedad o situaciones diversas sobrevenidas de la crisis del COVID. ¿Cómo os habéis enfrentado este reto? Si miras un año atrás, ¿En qué momento diríais que nos encontramos?

Intentando adelantarnos a lo que suponíamos iba a pasar, después de una crisis sanitaria, se ha dado paso a una crisis económica, social, familiar, a una nueva realidad. Nos encontramos alerta detectando y pulsando la situación de los ciudadanos que llegan a Servicios Sociales y valorando también aquellos que no llegan e intentando detectar el porqué. Adaptándonos a nuevas tecnologías, expediente electrónico, firma digital, entrevistas telefónicas, etc.

Si me voy a un año para atrás antes de la pandemia lo que puedo decirte es que estoy frente a una realidad nueva que voy descubriendo día a día y que sistematizo y analizo a través de cada entrevista y me doy cuenta de que como siempre la crisis ha golpeado quizás de forma más dura a quienes tienen más carencias, pero de todo tipo no solo las económicas, también las afectivas, educativas, personales, formativas, de salud. En esta profesión es muy importante el elaborar un buen diagnóstico para plantearte los objetivos y actuaciones a seguir.

¿Qué recursos se han puesto a favor de vuestro trabajo diario y de los ciudadanos? Imagino que el síndrome de burnout de la trabajadora social es muy alto. ¿Cómo hacéis frente a él?

En Torrejón, como supongo en otros municipios inevitablemente ha habido cambios, en primer lugar me parece importante destacar que Servicios Sociales ha aumentado su plantilla de trabajadores sociales y auxiliares administrativos para poder dar una respuesta rápida y de calidad a los ciudadanos que solicitan nuestra atención. Se ha ampliado el horario de atención,  de lunes a jueves hay atención al ciudadano mañana y tarde. Se ha habilitado el teletrabajo.

Concha, cuéntanos un poco, ¿Cómo sería para ti el ideal de la intervención social? Soñemos en alto por un mundo sostenible, participativo, inclusivo.

  • Que se diera mayor importancia a la formación, la especialización y la supervisión para crecer profesionalmente y contar con las herramientas para combatir o anular el síndrome de burnout.
  • Contar con equipos interdisciplinares y que existiese una coordinación muy fluida entre las instituciones.
  • Tener espacios diferentes para realizar una intervención de mayor calidad adaptada al colectivo con el que trabajemos
  • Que la intervención vaya encaminada a la co-construcción y co-participación para dar paso hacia la trasformación de  la sociedad en una más sostenible, resiliente e inclusiva, como tu bien apuntas.

Para finalizar hablemos de los dos preciosos lemas de este año. » Ubuntu» a nivel estatal y a nivel local en Torrejón «Lo social, tejido que arropa»

Ubuntu es una palabra originaria de los pueblos indígenas de Sudáfrica y fue popularizada en todo el mundo por Nelson Mandela. Ubuntu es un concepto y filosofía que resuena con la perspectiva del trabajo social de la interconexión de todas las personas y sus entornos.

Habla de la necesidad de solidaridad mundial y también destaca el conocimiento y la sabiduría indígenas. Silvana Martínez, presidenta de FITS (Federación Internacional de Trabajadores Sociales) refiere: “El mensaje que transmite esta palabra es el de la interconexión de todas las personas y que nuestro futuro depende del reconocimiento de la participación de todas las personas en la construcción conjunta de un futuro sostenible y socialmente justo”.

Lo social, tejido que arropa es un lema propio de la Concejalía de Bienestar Social de Torrejón de Ardoz, que nace y es punto de partida de las jornadas que soñamos con celebrar en marzo del 2022 cuando llegue el próximo Día Mundial del Trabajo Social. «LO SOCIAL, TEJIDO QUE ARROPA» y solo añadirque arropa a todas y todos: a la infancia, a la adolescencia, a la mujer, los mayores, a las personas con diversidad funcional , a las familias, a los grupos y a toda la comunidad.

Como te gustaría que concluyamos…

Me gustaría recordar para finalizar la entrevista a mi principal referente, MI PADRE, quien se dejó la piel reivindicando  la justicia social y desde la cuna me transmitió aquello en lo que creía, acompañándome  en mi proceso de crecimiento personal, y arropándome en todo lo que necesite. Todo lo que soy se lo debo a ese tándem maravilloso formado por Ignacio y Julia, mis padres.

Por último agradecerte la oportunidad que me has dado para reflexionar, expresar y dar visibilidad a mi profesión y la del resto de compañeras/os.

Ana Martín

ASOCIACION VIDA OM